The Fourth Man In The Fire

Johnny Cash

El Cuarto Hombre En El Fuego

They wouldn't bend
They held on to the will of God so we are told
They wouldn't bow
They would not bow their knees to Idols made of gold
They wouldn't burn
They were protected by the Fourth Man in the fire
They wouldn't bend
They wouldn't bow, they wouldn't burn

Now the prophet Daniel tells about
Three men who walked with God
Shadrach, Meshach and Abednego
Before the wicked king they stood
And the king commanded them bound and thrown
Into the fiery furnace that day
But the fire was so hot that the men were slain
That forced them on their way

They wouldn't bend
They held on to the will of God so we are told
They wouldn't bow
They would not bow their knees to Idols made of gold
They wouldn't burn
They were protected by the Fourth Man in the fire
They wouldn't bend
They wouldn't bow, they wouldn't burn

Now when the three were cast in and the king rose up
To witness this awful fate
He began to tremble at what he saw
In astonished tones he spake
Did we not cast three men bound
Into the midst of the fire
Well, Lo, I see four men unhurt
Unbound and walkin' down there

There's Shadrach, Meshach and Abednego
And the fiery coals they trod
But the form of the Fourth Man that I see
Is like the Son of God

No se inclinarían
Se aferraron a la voluntad de Dios de la manera que habíamos dicho
No doblarían
No doblarían sus rodillas a los Ídolos hechos de oro
No arderían
Estaban protegidos por el cuarto hombre en el fuego
No se inclinarían
No doblarían, no arderían

Ahora bien, el profeta Daniel da cuenta de
Tres hombres que anduvieron con Dios
Sidraj, Misaj y Abed-Negó
Delante del malvado rey se mantuvieron de pie
Y el rey ordenó atarles y arrojarles
En el llameante horno aquel día
Pero el fuego era tan caliente que los hombres (de alrededor) fueron muertos
Eso los obligó a seguir su camino

No se inclinarían
Se aferraron a la voluntad de Dios de la manera que habíamos dicho
No doblarían
No doblarían sus rodillas a los Ídolos hechos de oro
No arderían
Estaban protegidos por el cuarto hombre en el fuego
No se inclinarían
No doblarían, no arderían

Cuando los tres fueron lanzados dentro y el rey se irguió
Para presenciar este terrible destino
Comenzó a temblar ante lo que vio
Con tono asombrado habló
¿No hemos lanzado tres hombres atados
En medio del fuego?
Creo, he aquí, ver cuatro hombres ilesos
Sin ataduras y bajan andando por aquel lugar

Ahí están Sidraj, Misaj y Abed-Negó
Y las brasas que pisan
Pero el aspecto del cuarto hombre que veo
Es como el Hijo de Dios

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