Me declaro culpable de beber los rios De mirar el cielo cuando estoy conmigo De querer la vida, loca y mansamente Haciendo el amor como flor silvestre Me declaro culpable por los años vividos Por no querer más guerras, ni más muertos vivos Y hablar en libertad, libre de miedos Para cuidar el niño que llevo adentro Y que la pena por mí no tenga pena Por cada explicación que me castiguen Porque el pueblo en mi patria fue inocencia Algún exilio y otras consecuencias Me declaro culpable de elegir este oficio De ser cantor sin voz y sin estilo De ser un relator de lo que pasa Despabilando el sueño por las casas Me declaro culpable de ser inocente De todas las torturas, de todas las muertes De tocar con los dedos las seis cuerdas tensas De ser un invitado de la tibieza Y que la pena por mí no tenga pena