Viniste a mi casa, me visitaste Disfruté tu presencia, me cautivaste No quiero que te vayas, yo quiero que te quedes He preparado un aposento para ti Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Y todo lo que ves, lo he preparado para ti Viniste a mi casa, me visitaste Disfruté tu presencia, me cautivaste No quiero que te vayas, yo quiero que te quedes He preparado un aposento para ti Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Todo lo que ves, lo he preparado para ti Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Todo lo que ves, lo he preparado para ti No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Y todo lo que ves, lo he preparado para ti No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez El amado de mi alma, el amado de mi alma Está en este lugar, no importa cuanto cueste El amado de mi alma está aquí No hay nada en este mundo que se iguale a ti Es algo de lo que no puedo resistir Cuando estoy ante ti tengo que ser un aposento santo El lugar de encuentro Yo soy tu morada celestial en la tierra No importa lo que otros digan, no importa mi reputación Pues Tú, Señor, estás conmigo Somos aposentos santos apartados para Él Donde el cielo puede morar en la Tierra Somos tu aposento santo, santo, santo Esta mujer llamada la sunamita Tomó la mejor decisión de su vida Traer a su casa la presencia de Dios Porque cuando la presencia de Dios Entra a un lugar, lo seco tiene que reverdecer Lo que se cayó tiene que levantarse Cuando la presencia llega a una casa La familia tiene que restaurarse Y hoy, en esta hora, así como la mujer sunamita Cuando trajo la presencia a su casa Dios dijo, Dios dijo: así tu familia Verá un milagro extraordinario desde el día de hoy Y cuando ese hijo murió, lo llevó al aposento Y cuando entonces estaba en el aposento Ahí resucitó, ahí resucitó Hoy, Dios te trajo para resucitarte en este aposento Cosas grandes pasan en el aposento Levanta tu mano al cielo En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré En tu aposento resucitaré En tu aposento me levantaré No importa lo que cueste, no importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez No importa todo lo que cueste Tu presencia vale mucho más Solo quiero estar contigo Una y otra, y otra, y otra vez Lo entrego todo, vuelvo a tu aposento A nuestro lugar de encuentro, nuestra morada Ahí yo quiero estar, ahí yo quiero estar Ahí yo quiero estar contigo Contigo, contigo, amado Aquí yo quiero estar Aquí yo quiero estar Aquí yo quiero estar Por siempre Aquí yo quiero estar En los brazos de mi padre En los brazos de mi padre Aquí yo quiero estar Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Y todo lo que ves, lo he preparado para ti Mi amado, mi amado Yo soy la sunamita que te dice: Vive aquí Mi amado, mi amado Y todo lo que ves, lo he preparado para ti