En Sevilla había una casa y en la casa una ventana Y en la ventana una niña que las rosas envidiaban Por la noche, con la Luna en el río se miraba ¡Ay corazón, que bonita es mi novia! ¡Ay corazón, asomá a la ventana! ¡Ay, ay, ay, ay!, no te mires en el río ¡Ay, ay, ay, ay!, que me haces padecer Porque tengo, niña, celos de él Quiéreme tú ¡Ay! Quiéreme tú bien mío Quiéreme tú, niña de mi corazón Matarile, rile, rilerón De la feria de Sevilla él le trajo una alianza Gargantillas de corales y unos zarcillos de plata Y parecía una reina asomada a la ventana ¡Ay corazón, le decía su novio! ¡Ay corazón, al mirarla tan guapa! ¡Ay, ay, ay, ay!, no te mires en el río ¡Ay, ay, ay, ay!, que me haces padecer Porque tengo, niña, celos de él Quiéreme tú ¡Ay! Quiéreme tú bien mío Quiéreme tú, niña de mi corazón Matarile, rile, rilerón Una noche de verano cuando la Luna asomaba Vino a buscarla su novio y no estaba en la ventana Que la vio muerta en el río y que el agua la llevaba ¡Ay corazón!, parecía una rosa ¡Ay corazón!, una rosa muy blanca ¡Ay, ay, ay, ay!, como se la lleva el río ¡Ay, ay, ay, ay!, lástima de mi querer Con razón tenía celos de él ¡Ay, que dolor, que dolor del amor mío ¡Ay, que dolor, madre de mi corazón! Matarile, rile, rilerón