Equipos de home studio: ¡monta tu set up y empieza a grabar!
Hoy en día, cada vez más músicos apuestan en la producción musical. Esto se debe a que los equipos de home studio se han vuelto mucho más asequibles que en otras épocas.
De hecho, nunca ha sido tan fácil producir tu propia música. Gracias a las tecnologías de audio digital, con unos pocos equipos es posible grabar un disco en casa y publicarlo en las plataformas digitales.
Teniendo esto en cuenta, decidimos hacer una breve guía explicando lo que necesitas para empezar a producir con calidad. ¡Sigue leyendo!
Principales equipos de home studio para principiantes
Antes que nada, debes saber que montar y aprender a manejar un home studio puede ser un gran upgrade en tu vida como músico.
Solo para dar un ejemplo: en el 2019, la cantante Billie Eilish ganó la categoría de mejor álbum en los premios Grammy, con “When We All Fall Asleep, Where Do We Go?”. El trabajo, como puedes imaginar, fue producido en home studio.
¿Te inspiraste? Entonces, ¡conoce algunos ítems básicos que necesitas para comenzar tu propio proyecto exitoso de audio!
Computadora: el equipo más básico de home studio
Aunque algunas personas prefieren producir sus canciones en smartphones y tabletas, las computadoras y notebooks siguen siendo los equipos preferidos cuando se trata de producir música. Por eso, empezamos con esta pieza que será el corazón de tu home studio.
Para trabajar con audio digital, tendrás que grabar y procesar sonidos con baja latencia. En otras palabras, tendrás que grabar y monitorizar varias bandas sin que haya retraso entre lo que tocas y lo que oyes. Esta tarea requiere mucho procesamiento, por ese motivo, no cualquier PC te resultará útil.
Para empezar, invierte en una computadora con al menos 8 gigas de RAM y un buen procesador (con cuatro núcleos o más). Y no te olvides también del almacenamiento. Al fin y al cabo, necesitas tener espacio suficiente para almacenar tus grabaciones, bibliotecas de samples e instrumentos virtuales.
Interfaz de audio
No es recomendable conectar el instrumento o el micrófono utilizando las entradas de audio onboard en la computadora. Si lo haces, tendrás demasiada latencia. Además, la señal llegará débil y con ruido. Por esa razón, necesitas una interfaz de audio USB externa.
Para la mayoría de los principiantes en la producción musical, las interfaces de entrada que ofrecen empresas como M-audio, Focusrite y Presonus son suficientes.
Eso porque cuentan con dos canales de entrada equipados con preamplificadores, además de un software driver propio – lo que permite grabar con unos pocos milisegundos de latencia.
Sin contar que una interfaz dedicada tiene un convertidor de audio A/D (analógico a digital) de mayor calidad. De ese modo, ya empiezas con el estándar de la industria, grabando con una resolución de 24 bits.
Monitores y auriculares de estudio
Bien, ahora necesitas un sistema de control adecuado. Para mezclar tu música, tienes que escucharla en las frecuencias más equilibradas, es decir, sin el enmascaramiento de frecuencias ni los graves exagerados de los altavoces comunes.
Para ello, conviene invertir en auriculares y/o altavoces hechos para la monitorización en estudio. Estos están diseñados para sonar lo más plano posible. De este modo, podrá tomar las decisiones correctas a la hora de mezclar.
Micrófonos: la pieza más esencial del los equipos de home studio
Los micrófonos condensadores son muy utilizados en el estudio, pero necesitan una fuente de alimentación adicional de 48 voltios. La mayoría de las interfaces de audio de entrada y mezcladores de sonido de calidad ofrecen esta función, llamada phantom power.
Los micrófonos condensadores captan el sonido con mucho más detalle, lo que los vuelve excelentes para microfonear una guitarra acústica, por ejemplo.
Por otro lado, también son más sensibles y registran mucho el entorno. Esto puede ser un problema para los que están empezando a grabar y todavía no tienen una sala preparada acústicamente.
Los micrófonos dinámicos son menos sensibles, pero siguen siendo excelentes opciones. A grandes rasgos, tienen una cápsula más pequeña y un patrón de captación cardioide. Esto significa que el foco de su captación se dirige a lo que se encuentra frente a él.
En consecuencia, es más fácil obtener buenos resultados con los micrófonos dinámicos en home studio, porque son más versátiles en situaciones acústicas más desfavorables. El Shure SM 57, por ejemplo, es una buena apuesta para los que quieren empezar con un micrófono dinámico bien versátil.
Softwares de grabación y plugins
Ahora que hemos entrado en la parte del software, ¡puedes elegir una D.A.W (Digital Audio Workstation) para llamar tuya! Las opciones son innumerables, pero podemos mencionar algunas de las principales, como Pro Tools, Cubase, Nuendo, Reaper, Studio One, Fruit Loops, Logic Pro y Garage Band.
Dentro de estos programas, puedes grabar varias pistas (en realidad, tantas como tu computadora pueda procesar). También puedes cortar, editar, insertar efectos, simular ambientes y amplificadores, ecualizar, comprimir, mezclar y masterizar tu audio.
Algunas D.A.W. son exclusivas para los usuarios de iOS, como GarageBand y Logic Pro. Salvo esos dos programas, la gran mayoría de los softwares funcionan tanto en computadoras Windows como en Apple.
Los precios de las licencias varían mucho, sobre todo porque hay versiones de software más completas y otras más limitadas. Por otro lado, para los que están empezando, existe una opción totalmente gratuita y bastante completa.
Así es, Cakewalk by BandLab es completamente gratuita y puedes descargarla directamente desde la página web del fabricante.
En este software, tendrás varios plugins de efectos, simuladores de amplificadores y pedales para guitarra y bajo, además de instrumentos virtuales exclusivos. Todo esto sin límite de uso.
Sin olvidar que también puedes descargar versiones demo pagadas de las D.A.W. en las páginas web de los desarrolladores para probarlas.
Además, puedes encontrar miles de vídeos en YouTube de gente enseñando consejos, trucos y mostrando el flujo de trabajo de cada una de ellas. Investiga bien y elige la mejor opción para ti.
Controladores MIDI
Con un controlador MIDI tienes más fluidez en la ejecución y escritura de tu programación, además de poder tocar en directo con infinidad de timbres de instrumentos virtuales (VSTi’s)
Antes que nada, debemos recordar que el controlador MIDI no emite sonidos, solo envía información (notas MIDI) a una fuente de sonido.
Estos datos se transmiten en tiempo real de forma polifónica y con detalles como la duración de la nota y la intensidad del toque. Además, hay controladores en varios formatos, como teclados, pads de percusión y muchos otros.
Sin embargo, también es posible utilizar el mouse y el teclado para escribir y programar bandas de instrumentos virtuales. Si no puedes invertir en un controlador, puedes dejar este ítem por último en tu lista de compras.
¿Curso de audio? ¿A qué te refieres?
Esperamos que hayas disfrutado de estos tips introductorios sobre el fascinante mundo de los equipos de home studio.
Por último, ¿qué tal si damos una ayuda a los que están con ganas de empezar a grabar en casa? Es muy sencillo: ¡solo tienes que compartir el link de este post en las redes sociales y grupos de WhatsApp!
Gustavo Morais
Periodista, especializado en Producción y Crítica Cultural. Investigador musical independiente, coleccionista de vinilos y otros medios físicos. Toca la guitarra eléctrica, acústica, el bajo y el teclado. Trabaja en Cifra Club desde noviembre de 2006.