Negro retinto un zorzal Con la luz' de la mañana Le jugaba a tu ventana Filigranas de cristal Y allí cerca del manantial De agüita riente y viajera Cantaba la primavera Esplendorosa de flores Pero de aquellos amores Ya ni te acuerdas siquiera Con los pulsos torrenciales Del fuerte Sol veraniego Floreció tu amor en fuego Maduraron los trigales Y en medio de los sauzales Junto al ruedo de la era Bailamos la chacarera Ebrios de alegres ardores Pero de aquellos amores Ya ni te acuerdas siquiera Viento de otoño al pasar Se llevó por los camino Viejos oros mortecinos Y la dicha del cantar Quedé solo a contemplar En larga tarde cerrera La nube de mi quimera Y en amargos torcedores Pienso que de esos amores Ya ni te acuerdas siquiera Se va la vida a raudales Como en ocasos de fuego Ya no florece tu ruego En mis noches invernales Y bajo de los sauzales De blanca Luna viajera Se ha muerto la primavera En triste ausencia de flores Porque de aquellos amores Ya ni te acuerdas siquiera