Brian Bachicha, fiel a sí mismo en situación de desenfreno brasileiro, está en la cama, acariciando el mando a distancia de la Grundig e impresos en tres colores, guaraníes los carteles anuncian a Bachicha, el superviena, fetén sucesor de Brian Wilson. apa ta pata, the awama quever le toca súper clip Fernando Trueba, y en Alcatraz los calcetines de la media no perdonan ni siquiera el más mínimo derrape en la carretera. Cuando todos los caminos llevan a la cárcel de las monedas hay que ser muy ambicioso porque no flota una balsa de madera. Esta es una industria cualquiera pero perdón si se cargó al talego pom-pom, Brian Bachicha, superviviente, del cabildo de French y Beruti ni se imagina, pero presiente, que se acabó la realidad dabuti. Habrá que darle gracias al dios inoportuno, por si acaso hiciera falta licuadora Los de a pie, necesitamos al gran Paturuzú un cacique popular, porque lo demás es solamente entretenimiento. Impresos a tres colores guaraníes los carteles anuncian a Bachicha. No escucho una palabra verdadera desde el día de la primavera de 1972 en los juegos olímpicos de Munich, y el gran Bachicha mi combatiente volvió a la realidad de cara al sol, que ilumina el histórico convento y perdón si se cargo al entrañable talego pom-pom del gran bachicha pum, po pum, poropo pum, po pum al entrañable talego pom pom, el gran Bachicha