Milonga de pelo largo, de ojos oscuros Como la noche, como la noche Historia de penas grandes, de gente joven De penas viejas, de veinte años Consuelo de los que viven siempre arrastrados Por la rutina, qué cosa seria Recuerdo de los que huyen de nuestra tierra De la violencia, de la miseria Te ofrezco mis margaritas que están vacías Que están marchitas, que ya están secas Te doy todas las renuncias de cosas simples Que llevo hechas, que llevo hechas Milonga, mi compañera que me comprende Que me protege, que me abriga Frazada del pobre hombre que siente frío Y no se queja, ya no se queja